La pandemia ocasionada por el COVID-19, la invasión a Ucrania y las nuevas tensiones globales han traído a flote la fragilidad de las cadenas de valor en nuestra economía híper-globalizada. El cierre total de las rutas comerciales en Asia fue el detonante que ha impulsado una nueva corriente des-globalizadora, y de la cual ha surgido el nearshoring.
El nearshoring, es el mecanismo por el cual una empresa transfiere de manera parcial uno o algunos de sus procesos de negocios o de tecnología a uno o más terceros ubicados en países cercanos al país. La finalidad del nearshoring disminuir costos para la empresa contratante, y volver más eficientes los procesos productivos de la misma. La cercanía geográfica, el mismo huso horario, las similitudes culturales y de idioma entre los involucrados son otro tanto de los beneficios de esta práctica.
En este contexto México se encuentra en una posición geográfica particularmente ventajosa para beneficiarse de este nuevo movimiento. No solo somos vecinos de la mayor economía del mundo, sino que actualmente tenemos establecidos tratados comerciales muy favorecedores tanto con los Estados Unidos, como con la Unión Europea y las economías más prosperas en Asia. Este cumulo de factores posiciona a México para verse sumamente beneficiado por el nearshoring, y principalmente de la relación que sostiene con los Estados Unidos.
Históricamente, las economías de los Estados Unidos y México han estado sumamente interconectadas, esto principalmente en razón de compartir la frontera más grande del mundo. Actualmente para México, Estados Unidos representa tanto el país al cual más exportaciones se hacen como el país del que más se importa; y para los Estados Unidos, México es el segundo lugar en exportaciones e importaciones, quedando solo detrás de Canadá en estas categorías. Adicionalmente, nuestras economías resultan complementarias, toda vez que la economía americana es una de abundante capital y una fuerza de trabajo que comienza su declive, mientras que la economía mexicana carece de la misma cantidad de capital pero cuenta con una fuerza laboral robusta, la cual se encuentra viviendo su boom demográfico.
Para el empresario americano (y en general, para el empresario extranjero), la situación en México puede resultar una propuesta bastante atractiva. Los bajos costos laborales resultan pues, el mayor atractivo para el empresario extranjero. La mano de obra en México es significativamente más barata comparada con los salarios que se perciben en los Estados Unidos, Canadá o cualquiera de las naciones de la Unión Europea, del mismo modo, los salarios en México se encuentran a la par de los sueldos percibidos en naciones como China e India, naciones conocidas por ser el destino de inversiones en mano de obra barata.
Adicionalmente, las cadenas de suministro nacional suelen ser eficientes y confiables, en adición a rápidas y seguras, esto toda vez que la posición de México en el mundo le permite el comercio ya sea por el océano pacífico y atlántico. La industria manufacturera, asistentes ejecutivos, coordinadores de marketing, encargados de redes sociales, diseñadores gráficos, soporte técnico, servicio al cliente o la industria automotriz son solo algunos cuantos de las líneas de trabajo que se verán beneficiadas de la implementación del nearshoring. Las similitudes culturales entre México y los Estados Unidos es otro de los grandes factores en favor de nuestro país, lo que representa un proceso de adaptación e integración más sencillo para el trabajador con la empresa, y la empresa con el trabajador.
En ese orden de ideas, y a fin de garantizar el mayor y mejor impacto posible, resulta transcendental que el gobierno mexicano efectúe las acciones necesarias para atraer la inversión a nuestro país. Invertir en infraestructura: mejorar las carreteras, los puertos y aeropuertos a fin de facilitar el transporte y distribución de mercancías; Mejorar las redes de comunicación y telecomunicación es otro aspecto relevante en una mundo y una economía cada vez más interconectada; Redoblar esfuerzos en materia de seguridad es, sin duda, otro aspecto de suma importancia para asegurar el sitio de México como el país que se verá beneficiado en mayor medida por las nuevas tendencias económicas globales.
Como apuntes finales, solo queda decir que el nearshoring es una práctica comercial que está tomando sus primeros pasos, que vendrá a redefinir la manera en que se conducen los negocios y las multinacionales en un mundo híper-globalizado que busca tomar un camino en una dirección más regionalizada, y para la cual México se encuentra en una posición privilegiada para verse beneficiado.